En 1977, Larry Alexander, patriarca de la familia Alexander, compró algunos acres de tierra para criar ganado lechero. "Sabía que había que ordeñar vacas para pagar las cuentas", recuerda. Hoy, su humilde granja ha crecido a más de 1,500 acres y ha introducido nuevas producciones como granos, maíz, frijoles de soja, alfalfa y más. Más impresionante aún, su granja se ha transformado en una granja familiar, donde trabajan arduamente tres generaciones de granjeros Alexander.
El más joven del trío, Adam Alexander, ha visto los cambios personalmente. "Solía haber una sola forma correcta de cultivar", comenta, "pero ahora hay muchas formas de hacer todo". Él y su padre, Jeff Alexander, han ayudado a pasar de tener solo lácteos a acomodar muchas variedades de cultivos, impulsados por las últimas tecnologías. "Hemos construido un imperio familiar aquí", afirma Jeff, "y me gustaría que la próxima generación continúe con ello". Si la nieta de nueve años de Jeff es un indicio, habrá un Alexander a cargo de Na-Lar Farms durante muchos años.