CUMPLIENDO UN VIAJE SOÑADO DE 10 AÑOS A LA CIMA
Era una agradable mañana de sábado. Mi buen amigo Andy estaba en algún lugar de Paradise Valley camino a encontrarse conmigo. Empaqué la camioneta la noche anterior, pero hice una revisión de último minuto antes de salir a la carretera, todo mientras esperaba no haberme olvidado nada.
Con Andy adentro, bajamos las ventanillas y disfrutamos de los serenos sonidos del oeste de Wyoming. Paseamos por los caminos del parque en busca de un sitio desde donde ver el atardecer cuando el sol de la mañana, apenas acariciando la cima de Grand Teton, apareció. Frenamos para tomar algunas fotos.
Tras el amanecer, abandonamos el parque y entramos en suelo del Servicio forestal para buscar un lugar donde hacer campamento. A medida que avanzábamos más y más en el camino lleno de surcos, encontramos el mejor lugar para pasar la noche. Tenía unas maravillosas vistas de la cordillera Teton y suficiente lugar para que nos acomodáramos. La plataforma de la camioneta nos dejó suficiente espacio para encender la parrilla y cocinar. Ni nos imaginábamos que una vez que cesara el viento y el aroma de la carne recién cocinada llenara el aire, se nos sumaría una horda de mosquitos sedientos de sangre para la cena. Afortunadamente, Andy encendió un fuego que los mantuvo alejados.
Bien temprano a la mañana siguiente, chequeamos los informes del tiempo, las condiciones de escalada de ese momento y terminamos de empacar para nuestra caminata. Con 7 millas y 7 mil pies de altura por delante, tuvimos que elegir cuidadosamente la cantidad de equipo que debíamos llevar.
La primera parte de la caminata eran curvas que estaban bien marcadas, pero una vez que llegamos al final del camino, tuvimos que recurrir a saltar rocas y a hacer escalada de cuerda para progresar. Justo cuando llegábamos a la cima de la caminata, se abrieron las nubes y comenzó a llover. Nos ocultamos fuera del sendero bajo un enorme glaciar irregular justo cuando la lluvia se convirtió en una tormenta de rayos y granizo. Tras unas horas de esperar debajo de la roca, fuimos recompensados con un increíble arcoiris doble, la motivación justa que necesitábamos para llegar hasta Lower Saddle, donde íbamos a pasar la noche.
Mi alarma sonó a las 3 a. m. de la mañana siguiente y preparamos el desayuno y café a la luz de las linternas mineras. Una vez que terminamos de empacar y de verificar dos veces todo nuestro equipo, retomamos rápidamente el camino hacia Grand, todavía con la luz de las linternas mineras iluminando el camino. Casi una hora después, a 12 pies de altura a lo largo de Central Rib, la luz de la mañana comenzó a aparecer en Middle Teton. Seguimos subiendo por la montaña. Como era nuestra primera vez, tardamos un poco en encontrar el camino.
Mientras nos abríamos paso a través de bancales y pequeños campos nevados, Andy y yo llegamos finalmente a la cima, donde nos recibió un cielo completamente despejado. Ni siquiera 10 años de soñar y planificar me podrían haber preparado para esa vista. Belleza sin obstáculos de izquierda a derecha. Enormes torres rocosas a mis pies. El sol se reflejaba en todos los picos nevados, reemplazando mis sueños más salvajes con una realidad aún más salvaje.
Todavía me resulta difícil describir la satisfacción que sentí cuando estaba en la cima. Y es todavía más difícil explicar el sentimiento que siguió. Miré a Andy, que no paraba de sacar fotografías, y le pregunté: "¿qué montaña vamos a escalar después?".
Jake Frank tiene un blog de fotografía, es un escalador y senderista experimentado. Para conocer más acerca de su viaje, y más, visita su página de Instagram en @jacobwfrank
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